La verrugosa habita en regiones de bosque húmedo tropical y es la única víbora ovovivípara, es decir, que se reproduce a través de huevos.
Los siete bebés verrugosos nacieron el pasado 25 de diciembre, 95 días después de que la serpiente depositó los huevos.
El Serpentario de Antioquia cuenta con nuevos habitantes, se trata de siete bebés verrugosos que nacieron en cautiverio. Estos pertenecen a la especie (Lachesis acrochorda), considerada una de las cinco víboras más venenosas y más grandes del mundo, y que además se encuentra en peligro de extinción por la desaparición de su hábitat natural.
El nacimiento se dio 95 días después de que una serpiente que permanece en cautiverio para fines científicos en el Serpentario de la Universidad de Antioquia, depositó los huevos, luego de aparearse con un macho de la misma especie dentro del vivario.
“Los viboreznos están en buen estado de salud, nacieron con un peso de 44 gramos y 42 centímetros de longitud”, dijo el investigador Sebastián Estrada, director del serpentario, quien además señaló que es un hecho de gran importancia, ya que no se conocen casos similares en el país. Solo se tiene registro de nacimientos de esta especie en cautiverio en Brasil y Costa Rica.
Por su parte, Ana María Henao, integrante del grupo de investigación Ofidismo-Escorpionismo y médica veterinaria del serpentario, explicó que los huevos permanecieron hasta el día 75 en el hábitat natural de este lugar, y luego se pasaron a la incubadora, a una temperatura más alta.
Agregó que lo que sigue para estos siete ejemplares es monitorear sus factores biológicos y cambios morfométricos, y brindarles todo el cuidado veterinario, ya que en estos momentos son muy frágiles. “Los dos primeros años son claves, porque el desarrollo de las serpientes es bastante lento”.
Investigación
El principal propósito del Serpentario de Antioquia es la investigación, ya que los elementos que contienen veneno pueden ser utilizados para producir sueros y otros productos farmacéuticos, así lo indicó la médica veterinaria.
Es por esto que han adecuado espacios para que las serpientes se puedan reproducir en condiciones ambientales. Además, se espera que con el apoyo de la Vicerrectoría de Extensión, próximamente los escorpiones y arácnidos también cuenten con este ambiente, para permitir una mejor adaptación al cautiverio.
Un ejemplo de lo que han logrado es el nacimiento de los siete verrugosos, ya que según Henao, esta especie es difícil de tener en cautiverio porque sufre de estrés y de síndrome de maladaptación. “El hecho de que hayamos tenido la reproducción y que esta haya sido exitosa indica que les estamos brindando las condiciones adecuadas para que ellos estén bien y tengan una buena calidad de vida”.
Los ejemplares de Lachesis acrochorda del Serpentario de Antioquia cuentan con un hábitat que simula las condiciones de humedad, calor, luz y en medio de plantas del bosque húmedo tropical.
Juan Carlos Alarcón, decano de la Facultad de Química Farmacéutica, señaló que actualmente el grupo de Ofidismo-Escorpionismo estudia nuevos proyectos, también con el apoyo de la Vicerrectoría de Extensión, para obtener las licencias necesarias y avanzar en la investigación aplicada para la producción de medicamentos.
Con el trabajo que viene realizando el Serpentario se plantea que puedan planear estrategias de conservación para esta especie de serpiente, que según Henao, está en amenaza de extinción porque las áreas de bosque donde se encuentra son muy restringidas, debido a la tasa de deforestación. Tampoco se descarta la posibilidad que a largo plazo se pueda repoblar el medio natural en Colombia.
Lachesis acrochorda
En Antioquia esta serpiente se puede encontrar en las subregiones del Magdalena Medio y Norte, donde todavía hay bosque húmedo. En el país habitan en zonas entre los 500 y los 1.000 metros de altitud, en la Costa Pacífica y en la vertiente del río Magdalena. Además, los ejemplares que habitan en el Serpentario provienen del Parque Nacional Natural Orquídeas, que está en jurisdicción de Frontino, Urrao y Abriaquí.
Esta víbora puede alcanzar en su edad adulta una longitud de cuatro metros, por lo que por su gran tamaño y la cantidad de veneno que son capaces de penetrar, todas las especies del género Lachesis son peligrosas y “potencialmente mortales”.
Según algunos investigadores, esta serpiente es muy tranquila durante el día, tiempo durante el que suelen estar dormidas, pero en la noche están activas y pueden ser muy agresivas.
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